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  • Foto del escritorLara María Bertolini

La Parca y la travesti

A 8 años de la ley de identidad de género:




Cuando la muerte me encuentre, será después de haber librado mil batallas, tendré tantas cicatrices que dudara si su hoz me marco antes de esta última batalla. La muerte se preguntará por qué he sobrevivido si ella tantas se ha llevado, con la facilidad que la humanidad le ha dado. Quizás el ser humano promedio no entienda que fuimos el ritual sacrificable, de la iglesia, religiones, sociedades y estados. Ellos cómplices de esa Parca societaria, que nos arranco el pellejo, que nos descarnó con el alma aferrada a nuestra piel y huesos aún vivas. Mutiladas, con la silicona putrefacta, con el bicho devorándonos, esperando que algún cardenal o pontífice nos mande exiliadas a una isla. Y la Parca se pregunta ¿Es mí labor matar a la trava? ¿Si la sociedad bien suplia mí maestría, a tal punto que era equiparable a la mía? La Parca dudaba de sacarme el cuerpo otorgado y liberar mí alma a qué navegue por los mares estelares de miles de galaxias. La Parca duda de su toque de muerte, por la humanidad aún sin manos nos ha asesinado, cercenado, apaleado. Y la Parca retrocede, da vueltas mientras mí cuerpo exhala el hálito de vida que quizás en breve la muerte cercene. Mientras su mano de osamenta afila la guadaña, la parca duda si llevarme a otro plano, la Parca duda de su habilidad. Luego de un buen rato y mirando el cielorraso de mí cuarto, la Parca besa mí frente y me dice: Muere en paz pues la humanidad está haciendo mejor mí trabajo. Lara María Bertolini





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